Vivir con el agua
Uno de los problemas más serios y antiguos de Cochabamba es
la escasez de agua. Pese a haber sido conocida como el jardín o el granero de
Bolivia, nuestro Departamento ha visto cómo se han ido agudizando sus problemas
de acceso y disfrute. Se ha llegado a extremos de contaminación y muerte de
espacios importantes para la reproducción de vida natural. Hace falta de una
buena relación de los humanos con la naturaleza y en particular con el agua.
La escasez y los otros problemas se deben al crecimiento de la
población y sus demandas para consumo, producción y uso energético. La
capacidad de suministro y acceso al agua ha sido sobrepasada. A eso se suman
los efectos del calentamiento global y sus consecuencias como largos períodos
de sequía o exceso de lluvias.
La gente que tiene suficiente agua suele derrocharla. Olvida
que hay otras personas a quienes les falta inclusive para consumo doméstico y
aseo. Otros tienden a acaparar y
apropiarse de fuentes importantes para obtener lucro y hacer negocio. La
mercantilización de este líquido va contra el principio de que todos tenemos
derecho al agua. Se ha instalado la idea de “vivir del agua” y no de “convivir” con ella. Eso también ha
incrementado los conflictos entre personas y comunidades que creen tener más
derechos sobre el líquido vital que los demás. Todos los seres vivos conviven
con el agua como con otro ser vivo. Los humanos no.
Se está generando en el Departamento la llamada “Agenda del
Agua Cochabamba” (ADA) para cambiar la relación de la sociedad con el agua. Se
basa en la negociación entre actores y la detección de iniciativas que las
poblaciones suelen implementar para su aprovechamiento y disfrute. Es importante el
respeto y crianza del agua como “bien común”. No solamente como recurso.
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(foto propia) |
Hace falta un cambio de mentalidad en todos los habitantes
para evitar los grandes problemas en torno a este elemento natural. Es
necesario reconocer las diferentes culturas y usos que existen en la tradición
para permitir la interacción generosa entre los habitantes de las cuencas. No
se puede agudizar los problemas y proyectarlos para generaciones futuras que no
merecen sufrir las consecuencias de los errores del presente.
Es importante promover la equidad entre los actores en todas
sus posibilidades y dimensiones. También es necesario ser responsables con todo
lo que significa esta problemática social y ambiental que afecta a todos. Así
como se requiere de autonomía en los procesos de relación con el agua.
Se trata de una propuesta basada en la comunicación que
genere consensos de beneficio para todos los involucrados. Una interacción en
la que los actores entreguen y reciban algo para satisfacer las necesidades de
todos.
La base de su éxito se sustenta en la creatividad de los
ciudadanos que reflexivamente generarán actitudes proactivas y nuevas frente al
agua. Más allá de los proyectos e intervenciones puntuales en las diversas
regiones del Departamento, la problemática exige de los cochabambinos
despojarse de intereses particulares asumiendo que éste es un problema que
demanda generosidad por parte de todos.
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