“Examen para el periodismo bolita”

Evo Morales ha invitado a los “hermanos” periodistas a dialogar para reflexionar. No puede vivir sin ser noticia. Su Twiter unidireccional no le es suficiente para inquietar sistemáticamente a los bolivianos. Durante más de diez años maltrató y hasta humilló a los periodistas. Los insultó varias veces. Quiso avergonzarlos en público cuando sus preguntas incomodaban. Fue la peor época para el periodismo boliviano desde las dictaduras militares. Ahora los llama hermanos y quiere dialogar con ellos. Los necesita ardientemente. Quiere que los bolivianos sigamos escuchando sus argumentos que él cree verdaderos. Justo cuando más necesitamos diálogo abierto.

La relación del expresidente con la prensa ha sido siempre conflictiva. Agradeció a Unitel al saber que había ganado las elecciones en 2005. Fue lo primero que dijo antes de dirigirse a sus votantes. Su triunfo ocurrió contra todo un sistema mediático favorable al saliente modelo neoliberal. Demostró que la presencia en los medios no determina los votos. La gente tiene capacidad de razonar y decidir con libertad. Aunque lo bombardeen con mentiras todo el tiempo.
“Hay que controlar a la prensa para que diga la verdad”. Es una afirmación que ha repetido obsesivamente refiriéndose a la crítica y cuestionamiento que normalmente marca el trabajo de los periodistas. Pensar que “el otro” miente es suponer egocéntricamente que la única verdad es la propia. Confirma la incapacidad de autocrítica. Es una falacia propia de mentes autoritarias. Lo curioso es que la CPE aprobada por su gobierno es muy avanzada en derechos relacionados con la prensa y la comunicación en general. Ninguna constitución reconoce los derechos a la comunicación y la información como la nuestra.  Pero todo fue un saludo a la wiphala. Nada fue cumplido.
Los discursos dialógicos del poder echaron odas a la comunicación participativa y tecnologizada. Pero la práctica se inclinó hacia el modelo chavista de comunicación. Autoproclamado democrático pero totalmente controlado. No se pudo crear una nueva Ley de Comunicación como se insinúa en la CPE. Tampoco se actualizó la Ley de Imprenta por la resistencia y los riesgos que advirtieron los gremios de periodistas y medios de comunicación. Se optó por una vía subterránea pero muy efectiva conformada por tres estrategias: Comprar acciones de los grandes medios a través de inversionistas vinculados con el gobierno. Asfixiar los medios con la propaganda estatal negada a quien no hable bien del gobierno. Persecución a periodistas críticos que fueron desvinculados de sus medios por presiones a través de oficinas de impuestos y otros. Hubo control bastante efectivo de la prensa. No así de la conciencia de los bolivianos.
El escenario político se trasladó de los medios a las redes el 21-F. Tremenda sorpresa para el oficialismo que lo tenía supuestamente todo bajo control. Inmediatamente crearon una cuenta Twiter para Evo que no funciona en el natural modelo de red. Todo es emisión unidireccional. No (se lo) responde(n) jamás. La mayoría lo cuestiona o hasta lo insulta.
Al mes creó la Dirección Nacional de Redes con un millonario presupuesto que financiaba guerreros digitales. Su obsesión cambió de objeto. “Hay que crear una ley contra la mentira para que la redes digan la verdad”. Millonadas de dinero público para alimentar su ingenua pretensión. Las redes funcionan en base a la inteligencia colectiva. No es posible controlarlas. Con marcado entusiasmo declaró la “guerra digital” en las redes con cientos de soldados anónimos especializados en disparar boomerangs. Todo en vano.
(foto propia)
Evo piensa que la historia es una lucha entre buenos y malos. Su esquema de
pensamiento es hollywoodiano. Y no es un problema de ilustración. Sus principales asesores intelectuales letrados y escritores también reducen la realidad a esa pobre dualidad de opuestos irreconciliables. Ni los 32 muertos alteraron sus esquemas mentales. Absoluta ausencia de crítica. Sigue pensando que los malos de la derecha le dieron un cruel y racista golpe de Estado. Quiere convencer de su distorsión usando periodistas otra vez. No ubica que su obsesión mañosa por el poder provocó tanto luto.
Los periodistas ubicados no irán porque saben que Evo debe declarar y no dar entrevistas. Otros irán por figuretis o por visibilizar sus programas. Otros todavía le creen. Ojalá no se hagan preguntas huecas y complacientes al estilo Esta Casa no es Hotel. Los periodistas tienen la oportunidad de demostrar que en Bolivia hay un periodismo altamente profesional y crítico. Así no tendremos que festejar provincianamente las preguntas incisivas de F. Del Rincón. Nos habíamos olvidado que es posible un periodismo agudo y cuestionador. Este es un gran examen para el periodismo boliviano.

Comentarios

  1. Excelentes reflexiones para ubicar el rol del periodismo en la actualidad.
    La tan mentada frase "libertad de prensa ", no existe como tal, ya que solo lo ejerce el propietario de los medios de comunicación, de ahí para abajo,son todos subordinados a la línea editorial; y al primer paso en falso de quién se atreva a contrariarlo, sería el último junto con su telegrama de despido.

    Por otro lado, la discusión se centra en hacer periodismo independiente o periodismo militante.
    Y sería bueno que cada quien se haga cargo desde que posición realiza su trabajo, no vaya ser que con la falsa premisa de periodismo independiente, realice operetas políticas en base a Fake News conformando de ésta manera la tercera pata de un objetivo político,(la segunda sería la acción jurídica, pero eso es tema de otro análisis).

    En éste sentido, no esta equivocado Evo Morales ni cualquiera que proponga cierta regularización para que todo trabajo se ajuste a la verdad de los hechos y sus fundamentos.

    Son muchos los periodistas vendieron su fama de tal, por unos cuantos millones de dólares, para ponerse a trabajar en medios antagónicos a su trayectoria y defender lo indefendible. Crearon historias totalmente ficticias dignas de un gran director hollywoodense con el único propósito de destruir mediáticamente a un líder, haciéndole una campaña de desprestigio totalmente sucia.

    Lo que ocurre en la actualidad boliviana en este sentido, es realmente muy triste y lamentable,pocos se atreven a opinar sobre el cerco mediático y la persecución judicial a los libre pensantes,ni hablar de lo que hicieron a la prensa extranjera.
    La invasión de miles de trolls para defender un acto aberrante a la democracia, quedará en la historia para siempre.

    Me gustaría que aparezcan los verdaderos Periodistas de Investigación, y cuenten la verdad de los últimos acontecimientos y nada más que la verdad, duela a quien le duela.

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  2. Felicidades Marcelo. El periodismo boliviano no ha pasado el examen hasta ahora, por ello tristemente hemos tenido que seguirle el juego a Fernando del Rincon, que entre otras cosas, nos ha hecho quedar como unos pobres tercermundistas mientras nosotros lo festejamos. Ahora es el turno de los bolivianos, de los medios orales y escritos, hay que ver si aún se acuerdan de como se hacía antes.

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  3. Lindo análisis Marcelo, espero que sea una prueba y no una emboscada mediática. El nivel de ceguera que ha provocado la ideología en la prensa argentina asusta y seguro que los bolitas independientes no la tendrán fácil. Estoy en Salta y los opinologos ultra prejuiciados que aparecen en la tele seguramente serán los invitados principales de la pobre victima, que tuvo unos 14 años para hacerle fraude a la realidad

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